Tim Cannon, parte de la comunidad de "body
hackers" de EE.UU., se implantó el sensor en su brazo, en un proceso sin
autorización médica y, por ende, sin anestesia.
Desde hace algunos años, la masificación de la computación y
el desarrollo de la robótica han fomentado el surgimiento de comunidades de
"body hackers", individuos interesados en mejorar sus capacidades
sensoriales, superando lo humano y acercándose al concepto del
"cyborg", una mezcla de hombre y máquina.
Esta semana el norteamericano Tim Cannon, reconocido dentro
de la comunidad de hackers en EE.UU., tomó el paso más radical hasta ahora, al
implantarse un sensor capaz de medir la temperatura de su cuerpo, llamado
"Circadia". El dispositivo, un bloque plástico de tamaño similar al
de los antiguos teléfonos clamshell, fue instalado bajo su piel, en su brazo
izquierdo.
Según explicó Cannon a Vice, el objetivo era obtener más
información sobre su cuerpo, para poder analizarla y encontrar razones a, por
ejemplo, por qué su temperatura aumenta en un determinado momento del día.
Cannon también indica que, bajo el reglamento de la
Asociación Médica de EE.UU., un procedimiento de este tipo no puede ser
practicado por un doctor, por lo que tuvo que ser hecho por Steve Haworth, un
experto en alteración del cuerpo. El hecho de que Haworth no es un médico
licenciado significó que la "operación" fue hecha sin anestesia.
La implantación del dispositivo fue hecha en Essen, Alemania,
en el contexto de la conferencia BMXnet. Según se puede apreciar en el
reportaje de Vice, el dispositivo estaba completamente operativo apenas unas
horas después del procedimiento.
El objetivo de Cannon es lograr obtener información
directamente desde su cuerpo. En este caso, el equipo envía la información de
la temperatura corporal a través de Bluetooth. Con esto se podría, en el
futuro, enviar una alerta a la casa de que, como el cuerpo tiene calor, se debe
tener el aire acondicionado prendido al momento de volver del trabajo.
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