El Galaxy Note III, la tercera edición de la línea de
"phablets" de Samsung, llega a tiendas y operadores de Estados Unidos
este viernes y por ello, múltiples sitios de tecnología están publicando sus
revisiones y experiencias con el equipo. Uno de ellos, ArsTechnica, notó que
los resultados en las pruebas de rendimiento eran "demasiado buenos".
Un análisis del comportamiento del equipo durante las
pruebas reveló que, a diferencia de los otros teléfonos en el mercado, Samsung
activa su máxima potencia al pasar por pruebas de rendimiento
("benchmarks"). Esto significa que no es testeado en su modo normal
de uso sino que en una "situación" fabricada con sus cuatro núcleos a
máxima potencia.
Esto se vio en que, por ejemplo, el teléfono tenía
benchmarks altamente superiores al LG G2, un teléfono que tiene el mismo chip
Snapdragon 800 quad-core de 2.3 GHz.
Según describe ArsTechnica la razón es que Samsung cuenta
con un modo de uso especial para este tipo de aplicaciones, activado al correr
un software con un nombre asociado a la medición de benchmarks. Por ejemplo,
usar la aplicación "Geekbench" activa el uso máximo del chip. Pero al
ocupar el mismo paquete de datos bajo otro nombre, el chip rinde la prueba en
su modo normal.
Y eso es lo que hizo ArsTechnica. La comparación entre el
rendimiento estándar del Note III y el impulsado por el modo especial del
procesador reveló diferencias de un 20% (y hasta un 50% en otra aplicación de
benchmark). Otro dato: las mediciones muestran que la alteración tampoco era
necesaria porque incluso sin ella, vence al G2.
Esta no es la primera vez que se descubre una situación
así en teléfonos de la empresa surcoreana. A comienzos de este año se notó un
comportamiento similar del Galaxy S4 en su versión internacional. En ese minuto
la compañía indicó que el modo de rendimiento extra también era usado en
aplicaciones propias del teléfono, como la galería, la cámara y el navegador de
internet.
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